Un día cualquiera enciendes el ordenador y… ¡SORPRESA! No tienes acceso a ninguno de tus archivos, únicamente ves la nota de un delincuente que pide dinero a cambio. Dinero para poder disponer de algo que es tuyo, sí, has leído bien. Esta práctica, mucho más habitual de lo que crees, se llama Ransomware.
Aunque pueda parecerte extraño, funciona de este modo. El delincuente asigna una clave a cada uno de tus documentos y sin ella no puedes abrirlos ni utilizar nada de tu equipo. En el mensaje que te muestra en la pantalla te “invita” a proceder a un pago a cambio de la información. Muchas organizaciones, ante la desesperación, acceden al chantaje pero tampoco reciben lo que esperaban. Además, no pueden seguirle el rastro puesto que utiliza monedas virtuales, como Bitcoin, las cuales son anónimas.
Por desgracia, ninguna empresa está exenta de sufrir estos ataques que cada vez son más comunes, así como de verse afectada por otros delitos cibernéticos como son las suplantaciones de identidad.
Pequeñas, grandes o medianas pueden ser víctimas de graves delitos que acarrean robos de datos, tanto de la propia organización como de sus clientes, e importantes pérdidas de beneficios.
En Ferrándiz y Mocholí realizamos un análisis de riesgos exhaustivo para determinar cuánta cobertura necesitas y poder ofrecerte el mejor seguro para tu negocio. De esta forma te ayudamos a prevenir estos ataques informáticos y en el caso de que se produzcan, a minimizar el impacto.