Es bastante habitual creer que al no vivir en esa vivienda todo el año, no es necesario contratar un seguro. Sin embargo, esto es un gran error y a continuación te dejamos algunos de los motivos:
- El hecho de que sea una segunda residencia, hará que pase la mayor parte del tiempo desocupada, por lo que es más llamativa para los ladrones.
- Este tipo de casas suelen estar situadas alejadas de grandes núcleos urbanos, lo que incrementa el riesgo comentado en el punto anterior.
- Por otro lado, al estar deshabitadas pueden darse problemas en la instalación eléctrica o en el suministro de agua. El no estar presentes puede acarrear consecuencias más graves que si te enterases de inmediato.
- Al igual que ocurre en el hogar habitual, los fenómenos atmosféricos (lluvia, fuertes vientos, etc.) pueden jugarte malas pasadas y provocar daños que impliquen un gran desembolso económico después.
Ahora ya lo sabes, que no vivas todo el año en tu casa de vacaciones, no evita tener que hacer frente a los daños causados a terceros o tener que reparar desperfectos en tu vivienda para poder disfrutarla.
En Ferrándiz & Mocholí identificamos los riesgos reales, cuantificamos su impacto y probabilidad, para poder ofrecerte una póliza a tu medida según tus necesidades para tu segunda residencia. Anticípate a los problemas y disfruta de tu tranquilidad. ¡Contáctanos!